LA PUERTA NORTE DE LIBISOSA Y SU CONTEXTO MATERIAL

José Uroz Sáez
Juan carlos Márquez Villora

Las recientes excavaciones arqueológicas realizadas en Libisosa durante las campañas efectuadas entre los años 1966 y 1999 han puesto al descubierto una interesante estructura defensiva de cronología republicana que protegía el acceso norte a la ciudad (área 1, sector 3), así como una serie de dependencias anexas de carácter artesanal y comercial datadas en el siglo II a C. Estos resultados permiten ampliar nuestro conocimiento respecto a la fase final de la cultura ibérica y los inicios de la romanización en la zona.

1. El sistema defensivo

En su concepción se advierte un fuerte condicionamiento de la topografía del cerro. Las estructuras defensivas se alzaron aprovechando un desnivel topográfico en el sector septentrional del cerro del Castillo, conformando un acceso formado por un conjunto arquitectónico en el que se distinguen una serie de elementos, articulados en dos grandes cuerpos y descritos en dirección este-oeste.

a) Cuerpo oriental

Está compuesto por un tramo amurallado de tendencia rectilínea, en dirección este-oeste, que oscila entre los 3'00 y los 3'15 m. de grosor, con un revestimiento pétreo en el que se combina la presencia de grandes bloques y piedras apenas desbastadas con pequeños mampuestos encajados, formando algunas hiladas de manera alterna, fragmentarias o totales, y completando la forma irregular de estas grandes piedras en una obra de tendencia poligonal. Concluye este tramo en una torre (torre C), que emerge 4'50 m. de la línea de muralla en su lado oriental, de aparejo similar.

Al oeste de dicha torre aparece una construcción de tendencia pseudo rectangular, orientada en dirección este-oeste, de 1'45 a 1'50 m. de grosor. Su lado norte presenta 3'15 m. de longitud mientras que el sur sólo 2'90 m. Su lado occidental aparece rematado por grandes bloques desbastados en su cara externa.

b) Cuerpo occidental

Un espacio abierto de entre 0'85 y 0'90 m. de longitud separa este elemento del anteriormente comentado. Se trata de un tramo de la muralla situado inmediatamente al oeste, que se curva ligeramente hacia el sur, adaptándose a las irregularidades y desniveles del terreno. La característica más llamativa de esta estructura es su estrechez, dado que mide entre 1'35 y 1'55 m. de grosor.

A continuación, la muralla retoma sus normales características, recuperando los aproximadamente 3'00 m. de espesor y ofreciendo un tipo de revestimiento similar a la parte oriental, e incluye una segunda torre (torre D), que ha perdido su lado este. Se trata de un bastión cuadrangular de 3'70 m. de longitud en su lado este, 6'20 m. de frontal y 4'80 m. de longitud en su lado oeste. Estuvo formada por una base pétrea maciza y un alzado basándose en adobes, que aparecen caídos y descompuestos, frente a su lado norte.

2. El repertorio material de los ambientes 15 y 16

Frente a la puerta de acceso, y sellados por un estrato duro, aparecen dos ambientes, que han proporcionado un interesante conjunto de restos materiales de naturaleza heterogénea: se trata de recipientes cerámicos pertenecientes a una variada gama de tipos, utensilios y piezas metálicas elaboradas en hierro y bronce, evidencias numismáticas y restos textiles particularmente interesantes.