HELICE Y LA MUERTE DE AMILCAR  BARCA
Enrique Gozalbes Cravioto

Diversas fuentes literarias de la antigüedad clásica citan la muerte en combate del general cartaginés Amílcar Barca. Las circunstancias de este episodio son diferentes, en cada caso. A partir de esta constatación, los historiadores de la antigüedad han destacado las contradicciones que aparecen, reflejadas sobre un acontecimiento que tuvo cierta importancia. La interpretación tradicional, que ubicaba los hechos entre Elche y Alicante, ha sido puesta en cuestión en el presente siglo, por lo que ahora es mucho más corriente la opinión de que los hechos se produjeron en tierras de Albacete.

En la presente comunicación se analizan las diversas fuentes clásicas,que se completan con algunos testimonios cronísticos de la Edad Media y con el análisis de algunos estudios posteriores. La información que obtenemos de las mismas no parece, en realidad, contradictoria sino que corresponde a versiones distintas del episodio. Parece claro que los textos conservados utilizaron fuentes de documentación distintas. Así lo vemos, coma ejemplos bien significativos, en la versión de Diodoro (que es quien cita la ciudad de Hélice), y en Polibio y Livio. Se intenta avanzar en la concreción de la autoría de esas fuentes.

Constatamos que muchas interpretaciones y conjeturas se han fundamentado en traducciones poco adecuadas de esos textos. Las mismas afectan a elementos que son básicos para la ubicación regional de los hechos:

1. Los motivos del repliegue de las tropas cartaginesas, que facilitó la derrota, no debieron corresponder a la llegada del invierno (interpretación de traductores).

2. Muchas veces se recoge el nombre del rey Orisson, cuando del texto griego de Diodoro parece mucho más apropiado concluir que era el rey de los orissos, es decir, de los oretanos, que acudieron a una zona cercana a sus tierras.

3. Las tropas cartaginesas efectuaron una huída, que se producía por caminos diferentes, en un repliegue hacia el Sur y no hacia el Norte.

4. Amílcar Barca se encontraba herido, por lo que resulta lógico que pudiera morir ahogado en un río, y arrastrado por la corriente del mismo.

5. No es necesario que el río estuviera recrecido por las lluvias, sino que debía de tener ciertas dimensiones.

Todos estos datos hacen muy verosímil, si no totalmente seguro, que la campaña de Amílcar se efectuara en tierras de Albacete, y que el río donde encontró la muerte correspondiera con el Segura.